Recibir una distinción siempre es un motivo de orgullo. Si además esa distinción proviene de una institución a la que te sientes tan vinculado y en la que tanto crees, la emoción rebosa por todos lados, especialmente, en estos momentos donde el coraje se necesita tanto y el apoyo de los demás, también.
Eso le ha sucedido a José Miguel Pérez al recibir la distinción de Hijo Predilecto de Gran Canaria, en la ceremonia de Honores y Distinciones del Cabildo de Gran Canaria. José Miguel merece este reconocimiento y más, por su trayectoria vital, por su compromiso por la isla, por su pasión por la historia de Gran Canaria y, sobre todo, por contagiarnos a todos de su visión humanista.
La vida nos sitúa en frente de nosotros mismos. Nos espera y desespera. Nos empuja a retos formidables. Nos pone a prueba y nos invita, permanentemente, a la esperanza. En este camino, mi amigo José Miguel, libra una de las batallas más importantes. Su fortaleza me admira, su determinación es un ejemplo a seguir.
Gracias amigo por tanto, mi reconocimiento y mi amistad… siempre.