Las Palmas de Gran Canaria, tiene una nueva marca corporativa de la ciudad que ha realizado la diseñadora, Cristina Pérez Marrero, a partir de un trabajo conjunto y minucioso junto al equipo de Alcaldía
Queríamos una imagen fresca, que estuviera en consonancia con lo que la ciudad es, y que la ciudadanía se sienta identificado con ella.
El resultado es la imagen que acompaña a este post. Se trata de una representación visualmente atractiva, que utiliza elementos singulares de la ciudad, que son fácilmente reconocibles por la ciudadanía y que de alguna manera se conectan en el espacio, en el tiempo y en los anhelos de Las Palmas de Gran Canaria.
En el espacio, porque nuestra imagen de marca corporativa representa algunas de nuestros edificios y espacios más emblemáticos, que se suceden de forma imaginada, como la Catedral, el Auditorio, el edificio Fyffes o el Puerto, flanqueados por las esculturas de gran porte de nuestro litoral marino, Lady Harimaguada y el Tritón que conviven en armonía y el puente del Rincón. Y junto a ello, como eje central, elementos naturales tan nuestros, como la palmera, que acompaña al nombre a nuestra ciudad y las olas del mar, que nos referencia como ciudad atlántica, representada por la línea ondulada.
En el tiempo, porque en esta representación se incluye diferentes momentos en la historia de la ciudad, desde su origen representado por la Catedral y el Castillo de la Luz, hasta la actualidad simbolizada por el Auditorio Alfredo Kraus, pasando por el puerto, nuestra puerta abierta al mundo.
Y, sobre todo, los anhelos, porque esta visualización colorida y luminosa, pretende simbolizar la ciudad viva y dinámica que somos y que de alguna manera recoge los anhelos de unas señas de identidad representado por nuestros Riscos que aportan su ideosincracia y su color y un lema que proyecta lo que queremos ser:
¡Tú ciudad para vivir!
Esta idea me parece esencial. Las Palmas de GC se caracteriza por todo lo que hemos ido compartiendo, su luminosidad, su colorido, sus edificios singulares, sus espacios icónicos, sus esculturas populares y, especialmente, por ser una ciudad que se ha ido construyendo a medida de las personas. Una ciudad para pasear, para disfrutar, una ciudad abierta al mar, una ciudad en la que la vida fluye por todos y cada uno de sus 120 barrios.
¡¡UNA CIUDAD PARA LA VIDA!!