Los socialistas en el Cabildo de Gran Canaria celebramos que, por Cristóbal Colón se preserve nuestro patrimonio cultural y natural. Así, la zona del Palmeral, la Charca y el Faro de Maspalomas va a contar con una regulación especial, aunque sea por Colón. La solución adoptada por el PP en el Cabildo de Gran Canaria es rebuscada y rocambolesca.
Gracias a Colón vamos a proteger Gran Canaria, si bien es cierto que cuando el Almirante estuvo en el Oasis no estaba como ahora. Estamos hablando de una de las zonas más identitarias de Gran Canaria y, hasta ahora, las normas urbanísticas de la zona no la protegían suficientemente de pretensiones edificatorias que no tenían en cuenta el entorno natural.
A pesar de haber solicitado los informes que sustentan este expediente, todavía no disponemos de ellos. Pero del acuerdo literal del Consejo de Gobierno, que conocemos por los medios de comunicación, se concluye que no se podrá otorgar licencia alguna hasta que no haya declaración de BIC. Y esto es un mazazo para la zona.
La decisión del Consejo Gobierno del Cabildo de Gran Canaria, al acordar la incoación del expediente de BIC, como Sitio Histórico, paraliza no sólo las pretensiones de la cadena RIU sino que bloquea todas las posibles inversiones en ese entorno. Y esto resulta preocupante, ya que otras inversiones que antes no estaban cuestionadas, ahora se paralizan. Nos referimos concretamente al Centro Comercial Oasis y al Parking-Ocio Faro de Maspalomas. Estos dos proyectos están incluidos en el Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la competitividad de San Bartolomé de Tirajana.
La decisión del Cabildo supone, desde el punto de vista procedimental, el inicio de un proceso riguroso que requiere de varios informes que acrediten la condición de Sitio Histórico y la decisión posterior del Gobierno de Canarias, que es quien evalúa dicho expediente.
Todo este proceso va a ser muy largo y complejo. El Cabildo de Gran Canaria tiene hasta doce meses para presentar el expediente al Gobierno de Canarias. Y será él quien tenga la última palabra.
Esta decisión ‘in extremis‘ del Gobierno del Cabildo -el último día posible-, aduciendo Sitio Histórico, resulta cuanto menos ingeniosa, al menos para poner freno a una construcción impactante junto al Palmeral, las Dunas, la Charca y el Faro, y no exenta de riesgos.
Además, en este asunto se han puesto de manifiesto las distintas contradicciones y pugnas dentro del Partido Popular. Tenemos al alcalde de San Bartolomé de Tirajana, que fue por libre y dio una licencia de demolición. Por otra parte, el Cabildo de Gran Canaria, que paraliza todas las inversiones de la zona. Y por último, el Ministro del ramo, el señor Soria, intentando marcarle el paso al Cabildo, sinque, hasta ahora, lo haya conseguido. Primero, pidió la demolición del Hotel Oasis, no lo consiguió. Y, ahora, pide celeridad en el expediente. Esperamos que esas pugnas en el PP no afecten a las posibles inversiones en Gran Canaria, y que se proteja el enclave por excelencia de Gran Canaria.
Ahora, que el PP ha tomado esta decisión, teniendo en cuenta, como creemos que debe ser, el medio ambiente y el paisaje natural, esperemos que sea coherente y otorgue idéntico trato al Monumento Natural del Roque Nublo. Ahora tiene aún más razones para protegerlo.