Los tres grupos políticos de la oposición en el Cabildo de Gran Canaria –Inés Jiménez, portavoz de Nueva Canarias; Antonio Hernández Lobo, Coalición Canaria-PNC, y yo- hemos comparecido hoy en rueda de prensa para manifestar nuestras posturas acerca de la aprobación, por parte del PP, del Real Decreto (RD) que autoriza las prospecciones en Canarias.
El Twitter da para mucho. Y si no vean los tweets de Esteban González Pons, diputado por Valencia en el Congreso y Vicesecretario General del PP, que decía ayer que “ese petróleo que destruiría el mar y el turismo no daría beneficio más que a la multinacional que se la lleve”. Si para las costas valencianas, con un 11% al PIB del Turismo, es importante que no haya prospecciones petrolíferas en sus costas, para Canarias, con un más de 30% de PIB es fundamental y vital. No admitimos el doble discurso del PP en el Gobierno de España. Lo que no es bueno para una Comunidad no es bueno para otra. Por tanto, exigimos al Gobierno igualdad en el trato.
Este mes celebramos un Pleno Extraordinario en el Cabildo de Gran Canaria, solicitado por las tres fuerzas políticas de la oposición, para tratar sobre las prospecciones petrolíferas. Ha sido la primera vez que en Gran Canaria CC, NC Y PSC-PSOE solicitaban un Pleno Extraordinario. La ocasión lo merecía para hablar de prospecciones petrolíferas. Tuvimos mucho olfato político, ya que el Pleno se celebró tres días antes de que el Consejo de Ministros aprobara a prisa y corriendo este Real Decreto de autorización de prospecciones y de explotación de los pozos si hubiera petróleo. Ha sido significativo centrar el debate en el Cabildo grancanario. A Gran Canaria sí le importa lo que pase en las costas de Fuerteventura y Lanzarote, porque hoy más que nunca, Gran Canaria es Lanzarote y Fuerteventura. Eso es ser solidario.
El Grupo Socialista dice no a las prospecciones porque es hablar de una década de imposiciones del PP con Canarias. Ya sucedió en el año 2011 cuando siendo presidente del Gobierno Aznar aprobó el RD que fue anulado en 2004 por el TS. Las mismas razones concurren ahora en este nuevo RD que ha aprobado el gobierno del Sr. Rajoy. Once años después se aprueba con alevosía, a prisa y corriendo para beneficiar única y exclusivamente a una empresa privada. Han trascurrido 11 años en los que el marco jurídico ha cambiado. Y en este sentido, recuérdese la Ley de Hidrocarburos y la Ley de Aguas Canarias, que algo tendrá que decir.
Además, el Grupo Socialista dice no a las prospecciones porque la isla de Lanzarote ha sido declarada Reserva de la Biosfera, porque Canarias ha sido declarada Zona Marina de Especial Sensibilidad por la Organización Marítima Internacional, y porque, además, este RD sigue sin tener en cuenta los requisitos medioambientales que establece la normativa aplicable.
El vaivén de información sobre este asunto en los últimos días ha sido importante. El touroperador más importante, TUI, ha señalado que “no tendrá una influencia positiva en el turismo”, y que las prospecciones dañarían la marca turística “Canarias”. Y no sólo TUI, grupos ecologistas y políticos, sino los mismos medios de comunicación a nivel regional, nacional e internacional. Este asunto está teniendo repercusión incluso en periódicos alemanes, franceses, ingleses y estadounidenses, como The Guardian, The Washington Post, Bild, Süddeutsche, etc. En ellos se habla de la decisión del Gobierno de España. El periódico alemán Süddeutsche dice literalmente “Erdöl contra Sonnenöl”, que significa “Petróleo contra bronceador”. Me parece un titular sugerente. Nosotros preferimos el bronceador al petróleo. Le pregunto al Sr. Bravo de Laguna si aún estima que no debe pronunciarse, como ya ha afirmado, porque no toca a las costas de Gran Canaria. Porque toca y mucho.
Este Real Decreto del Sr. Soria es una chapuza política, jurídica y medioambiental. Jurídica porque esta convalidación que ha hecho el Gobierno de España ha ido mucho más allá de la subsanación de la deficiencia que objetó el Tribunal Supremo, y ha introducido cambios sustanciales, como es que antes sólo se permitía la explotación de dos pozos de petróleo y ahora el Real Decreto dice, al menos dos, con lo que podemos estar ante un número ilimitado de pozos petrolíferos.
La convalidación del Gobierno de España es también una chapuza medioambiental, pues prescinde de los trámites procedimentales de la legislación española y europea. Este Gobierno del PP tenía prisas porque había que saltarse el Reglamento que en este momento están tramitando el Parlamento Europeo y el Consejo sobre la seguridad de las actividades de prospección, exploración y extracción de petróleo porque la propia Comisión, en la evaluación de impacto sobre la valoración de impacto en octubre de 2011 asegura literalmente “que se han producido al menos 11 desastres graves en explotaciones petrolíferas en alta mar. La probabilidad de que ocurra un accidente grave no se puede infravalorar”. Era evidente que tenía que correr el PP para que no le fuese de aplicación este Reglamento que se está tramitando en el seno de la UE. En definitiva, estamos ante un conflicto jurídico de dimensiones importantes.
Además, es una chapuza política, porque el Gobierno de España ha actuado sin tener en cuenta a la ciudadanía canaria. El Gobierno de España no ha tenido en cuenta los principios de cooperación y colaboración, sin respetar a la España autonómica, mostrando su desprecio, que es lo que está poniendo en práctica el PP.
Por todo ello, asistiré este sábado a la manifestación de Lanzarote. Y el resto de consejeros socialistas lo harán a Fuerteventura y Gran Canaria.
Por último, no quisiera despedirme hoy sin referirme a las declaraciones de Bravo de Laguna, que, cuestionado sobre la posibilidad de la celebración de un referéndum, afirmaba ayer en los medios de comunicación que no creía en las consultas populares, y que le recordaban a otros tiempos. Le quiero decir al Presidente que no confunda. El referéndum está para la toma de decisiones trascendentales. Yo creo que podría ser una buena ocasión para celebrarlo. Habrá que ver si así lo deciden también las instituciones competentes. Seguramente, el Sr. Bravo se ha olvidado de la diferencia entre un referéndum y un plebiscito. Esto último es lo que se hacía en la época de Franco. Los países democráticos optan por el referéndum. Le diría al Sr. Bravo de Laguna que no tenga miedo a que la gente participe. La gente está demandando nuevas formas de participación. Nos reclaman más democracia real. No se conforman con votar cada cuatro años. No tengo miedo a que la gente participe. Eso es ser democrático. El Señor Bravo parece de otro tiempo.