Desde el Grupo Socialista en el Cabildo de Gran Canaria solicitamos al Grupo de Gobierno que busque una solución a la problemática de los residuos animales en la isla, que alcanzan la cifra de 7.000 toneladas anuales.
Este problema está causando una afección importante a toda la cadena de alimentación. Si no se busca una solución pactada y negociada con todos los sectores afectados, el Cabildo de Gran Canaria pondrá en jaque a numerosos sectores -sector de la distribución (grandes superficies y supermercados), y sectores primario, ganadero e industrial-, de tal manera que puede darse la paradoja de que, al tener que mandar los residuos a la Península, cueste más el residuo que el propio producto. Sería un disparate absoluto. Es condenar la producción local a su desaparición o a la posible proliferación de enterramientos clandestinos. Y, además, puede suponer un impacto en el precio final del producto. Va a repercutir, una vez más, en el bolsillo de los consumidores.
El Cabildo de Gran Canaria debe ponderar las posibles salidas de la Unión Europea, que ha declarado Canarias como Zona Remota.