Bravo prefiere sondear las aguas canarias a sondear a la ciudadanía sobre las prospecciones petrolíferas. Este viernes los socialistas en el Cabildo de Gran Canaria defenderemos una moción para instar al Gobierno de España a autorizar en el ámbito territorial de Canarias la consulta popular vía referéndum instada por el Gobierno de Canarias para conocer el parecer de la ciudadanía canaria sobre la realización de prospecciones en aguas próximas a Canarias.
Esta consulta es pionera y se ajusta a la normativa legal. Bravo se ha quedado solo. Al único presidente de Cabildos canarios que le parece mal realizar esta consulta popular es a Bravo de Laguna, que ha demostrado en este asunto cierta alergia democrática. Le diría al señor Bravo de Laguna que no tenga miedo a que la gente participe. La gente está demandando nuevas formas de participación. La ciudadanía reclama más democracia. No se conforman con votar cada cuatro años. Quien actúa “de cara a la galería” es Bravo de Laguna con su campaña, Por Gran Canaria sí podemos, que por cierto, pagamos todos y todas, y que no ha desbloqueado la paralización de los grandes proyectos para Gran Canaria. Bravo sí que actúa de cara a la galería y vende humo a todos los y las personas que viven en esta Isla. A Bravo le interesa que Gran Canaria defienda su modelo turístico, pero no que defienda su derecho a decidir sí o no a las prospecciones.
Realizar prospecciones en aguas cercanas a Canarias podría tener como consecuencia la contaminación de la costa y el mar, además de que afectaría especialmente a La Graciosa, Lanzarote y Fuerteventura, tanto en su vertiente medioambiental como en su incidencia en la marca turística “Islas Canarias”.
Conviene tener presente que una decisión de este tipo trascenderá de la actual coyuntura, afectando a las generaciones futuras, teniendo en cuenta que puede traer como consecuencia un cambio radical en el modelo productivo de Canarias. La extracción de petróleo puede tener repercusiones negativas sobre la principal actividad económica de Canarias, que recordemos que supone el 30% del PIB, el turismo. Y no sólo lo decimos nosotros. La Federación Internacional de Turoperadores TUI ha advertido del riesgo que puede representar para el turismo.
Además, el mayor operador turístico europeo ha asegurado que ocasionaría un vertido a Canarias, cuyo nombre quedaría «asociado para siempre al petróleo». La Federación de Turoperadores del Reino Unido (FTO) y la Asociación Británica de Agencias de Viaje (ABTA) le han pedido, a través de una carta al Ministro Soria, que «sopese» el impacto de esa decisión en el turismo. FTO y ABTA precisan que les preocupa «el potencial impacto de esos trabajos sobre el turismo, la población local, el medio ambiente y la fauna marina». Pero Bravo asegura que no afectará al turismo.
Ya lo dijimos en su momento, y no me cansaré de volverlo a repetir. Preferimos el bronceador al petróleo. Recordarán ustedes aquel titular de un periódico alemán –Süddeutsche– que en 2012 dijo “Erdöl contra Sonnenöl.
Pero la opinión de la ciudadanía y de los expertos parece importarle poco al PP. Lo que le importa a Bravo son los intereses de una multinacional.
Es una chapuza medioambiental la extracción de petróleo en Canarias porque Lanzarote ha sido declarada Reserva de la Biosfera; y porque Canarias ha sido declarada Zona Marina de Especial Sensibilidad por la Organización Marítima Internacional.
El PP no puede obviar que Greenpeace asegura que el petróleo ha dejado 128 mareas negras en todo el mundo. Además, se han producido al menos 11 desastres graves en explotaciones petrolíferas en alta mar. La probabilidad de que ocurra un accidente grave no se puede infravalorar.
Además, la extracción es una chapuza política, porque hablar de prospecciones petrolíferas en Canarias es hablar, desde hace más de una década, de imposiciones y desprecio del PP.
Creemos que la prioridad energética de Canarias debe centrarse en el desarrollo de las fuentes energéticas limpias y renovables, hoy paralizadas por el Gobierno de España.
No quiero despedirme sin mencionar la contrariedad manifiesta del propio Bravo de Laguna, que en marzo de 2012 en declaraciones a un medio de comunicación aseguró que «hay que apostar más por las energías renovables” y donde pidió que la dependencia del petróleo fuera la menor posible; y, sin embargo, ahora dice que si hay petróleo cerca de Canarias sería una fuente de riqueza.