Nunca en la historia del Club, hasta que ha llegado el PP, hemos asistido a unas decisiones tan drásticas y sin consenso -al menos entre los miembros del Consejo de Administración- como la acontecida con el despido de Himar Ojeda. Este Consejo, al que yo pertenezco, no ha sido convocado, y lamento haberme tenido que enterar por los medios de comunicación de la decisión tomada respecto a Ojeda.
Exijo al PP la convocatoria de un Consejo de Administración, donde se dé cuenta de la dimisión de Sebastián Sansó y de lo acontecido con Himar Ojeda. Las formas empleadas para despedir a Ojeda no me parecen las más adecuadas. Y menos sin contar con el Consejo.
La llegada del PP al Cabildo de Gran Canaria ha supuesto la desestabilización del Granca. El Gran Canaria 2014 está viviendo una temporada bastante convulsa. En este sentido, vean la parte administrativa-gerencial, y recordemos la salida forzada, no hace mucho, de la anterior directiva, sin el decoro suficiente.
Y es que el Granca, desde que ha llegado el PP, se ha convertido en una casa de líos, porque hay una guerra soterrada que no está beneficiando al Club, que nace por desavenencias internas en el Cabildo de Gran Canaria, que están perjudicando al Club. Lo que tiene que primar es el Gran Canaria, y no los intereses partidarios.