Hoy hemos criticado públicamente que el Cabildo de Gran Canaria pretenda aplicar un nuevo impuesto al gasoleo y una subida del 153% de la gasolina sobre la ciudadanía de Gran Canaria, a través de la aprobación por parte del Gobierno insular de un nuevo proyecto de Ordenanza Fiscal Reguladora de la Exacción sobre el Consumo de Combustibles de Automoción en la isla de Gran Canaria.
En la actualidad, el Cabildo de Gran Canaria aplica una exacción fiscal de 0,0079 céntimos de euro por litro sólo para la gasolina. A partir de febrero de 2014, mes en el que entrará en vigor esta nueva ordenanza del PP, subirá hasta el 0,02 en concepto de gasolina y gasóleo no profesional. Eso quiere decir que la propuesta del Partido Popular sube un 153% el impuesto aplicable a la gasolina, lo que se traduce en que pasa de recaudar en la actualidad casi dos millones a recaudar 5 millones de euros sólo con este impuesto, es decir, más del doble de incremento, sin contar con el nuevo impuesto aplicable al gasóleo. Este Cabildo pretende recaudar este año con el impuesto indirecto especial denominado exacción fiscal sobre gasolina un total de 1.981.466,68 euros. Ahora, con esta nueva ordenanza, recaudaría unos cinco en el mejor de los escenarios, a lo que le habría que sumar lo recaudado por el nuevo impuesto aplicable al gasóleo.
Como ha dicho hoy nuestro compañero el viceportavoz Augusto Hidalgo, éste es un impuesto al consumo, en un momento en el que éste está hundido y la capacidad de ahorro de la ciudadanía es inexistente. El Cabildo grancanario no necesita cargar sobre los ciudadanos de la isla lo que puede pagar hoy con recursos propios. Esta institución tiene las cuentas saneadas gracias a nosotros, los socialistas, en el mandato pasado. Esta medida sólo es aceptable en momentos de consumo elevado o en situaciones económicas desesperadas, para pagar servicios fundamentales. Este Cabildo no está en ninguna de esas dos situaciones, a diferencia de lo que ocurre en otros cabildos.
Es evidente que el Partido Popular hace tiempo que renegó de defender lo que prometió a los ciudadanos: dijo que bajaba los impuestos y los está subiendo en todos lados.
En definitiva, los socialistas consideramos injusto pretender subir este impuesto al máximo permitido por el Texto Refundido de Tasas y Precio Públicos, cuando sólo en publicidad y propaganda el señor Bravo de Laguna lleva gastados 1.100.000 € en lo que va de año.
Ya son por todos conocidos otros gastos superfluos del Gobierno de Bravo, como el millón extra en sobrecostes de un videomarcador u otro millón en acercar dos metros los graderías de un pabellón, sin contar con lo que pretende gastarse en las gradas del Estadio de Gran Canaria, que superará con creces lo que pretende recaudar por este impuesto. Por tanto, aunque este impuesto tiene un carácter finalista, esto es, para pagar el acondicionamiento de carreteras, lo cierto es que los desfases del presupuesto tienen que ver más con los caprichos del Presidente que con las necesidades financieras del Cabildo.
Por último, resulta ridículo esgrimir el argumento de los costes de la amortización de la deuda del año que viene, por 50 millones, cuando esta cantidad se queda lejísimos de lo pretendido recaudar. Máxime cuando hace dos años pretendían endeudarse por 150 millones de euros.