Los socialistas canarios tenemos un plan para que Gran Canaria en los próximos años apueste por un modelo de desarrollo sostenible. Una estrategia para convertir la Isla en un territorio limpio, capaz de producir sus propias fuentes de energía que  aproveche todo el poder de nuestros recursos naturales, ahorre con eficacia y consuma de manera responsable. En definitiva, un plan para conseguir entre todos que Gran Canaria sea una referencia mundial de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. No es suficiente con generar energía de una forma más limpia, sino que también es necesario reducir el consumo de energía. Aumentar la eficiencia tanto en el ámbito privado como público, incluído el sector turístico, es vital para garantizar nuestro desarrollo sostenible. Nuestra meta de cara al 2030 con la aplicación de esta estrategia energética es reducir nuestra dependencia de las energías fósiles en casi un 60%

El sector español de las energías renovables es uno de los más dinámicos y desarrollados del mundo. En España genera unos 200.000 puestos de trabajo cualificado con un 82% de trabajos indefinidos. De acuerdo con las cifras que maneja el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía) las energías renovables podrían aportar unos 10 mil millones de euros al PIB español en 2015, e incluso alcanzar los 13 mil millones en 2020.

Sin embargo, la participación del sector industrial en el PIB de Gran Canaria está muy por debajo de la media nacional, aunque el desarrollo que en los últimos años han experimentado las denominadas energías limpias y renovables presagia otros escenarios más positivos. El coste de la producción de energía en Canarias es tres veces mayor que en la península y altamente dependiente del petróleo. Aún siendo conscientes de que el mix de energías debe seguir coexistiendo -porque las alternativas no nos garantizan el 100 por 100 de nuestro autoabesticimiento-, es hora de apoyar decididiamente la energía verde. Estoy convencida de que la combinación resultante repercutirá visiblemente en nuestra economía, creará empleo de calidad y protegerá para el futuro la calidad de vida en Gran Canaria.

Para avanzar por ese camino son necesarios dos requisitos: tener un plan definido y lograr un consenso superando intereses particulares o localistas. Tener visión y ambición. Una visíon clara de la tarea que debemos desarrollar y la ambición suficiente para acometerla. Una planificación a medio plazo para lograr una Gran Canaria sostenible, debe articularse sobre un acuerdo entre los agentes institucionales, políticos, económicos y sociales de la Isla.

Por ello articularé desde el Gobierno de la Isla un plan de optimización y fomento de las energías limpias que, complementado también con los recursos e instrumentos legales que garantiza el Gobierno de España como el Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020, la Ley de Energías Renovables y Eficiencia o el Plan de Intensificación, se fundamentará básicamente en cuatro grandes estrategias: consumo responsable de energía, fomento de la energias limpias, la construcción de una nueva central hidroeléctrica además de la de Chira-Soria o la introducción del gas como elemento alternativo.

Desde el Cabildo grancanario me propongo fomentar la instalación de las energías eólicas y fotovoltaica, de acuerdo con los Planes Territoriales Energéticos que ya está desarrollando. En este sentido se creará una línea especial de apoyo las instalaciones fotovoltaica y minieólica en el entorno domestico favoreciendo la autosuficiencia energética de las comunidades de vecinos. Porque ahorran y producen energía  limpia a pequeña escala, de manera distribuida, pueden ubicarse en muchas zonas de la isla y generan empleo local directo.

También queremos que Gran Canaria sea pionera en el uso generalizado de  vehículos eléctricos, desarrollando, en línea con las recientes decisiones del Gobierno de España,  la  figura del gestor de carga, que permitirá revender electricidad para la recarga de vehículos. Esta medida impulsará la instalación de puntos de recarga en espacios públicos como aparcamientos o centros comerciales.

La Central de Juan Grande es de ciclo combinado para la utilización de petróleo y de gas natural. Actualmente esta central usa gasóleo, un derivado del petróleo altamente contaminante, cuyo precio está fuertemente influenciado por la estabilidad en los países de Oriente Próximo. La introducción del gas natural como elemento alternativo y menos contaminante no está exenta de polémica, si bien no tanto por su uso sino por la ubicación fijada para la instalación de la Planta Regasificadora. Apoyaremos la introducción del gas natural licuado mediante la instalación de plantas en la forma que se determine en el Plan de Hidrocarburos, que bien puede ser en tierra (onshore) o en el mar (offshore).

Tenemos que impulsar la cultura del desarrollo sostenible, o mejor dicho, de un futuro sostenible propiciando el fomento del ahorro y la eficiencia energética, aprovechando el poder de nuestros extraordinarios recursos naturales: agua, viento y sol.

Nuestra meta de cara al 2030 con la aplicación de esta estrategia energética es reducir nuestra dependencia de las energías fósiles en casi un 60%.

Gran Canaria cuenta con infraestructuras de presas que sirven para el almacenamiento de energía y su producción mediante centrales hidroeléctricas, una de las formas de producción de energía de las más baratas y limpias. En este capítulo también insistiremos en la construcción de centrales hidroeléctricas de bombeo, comenzando por la construcción de Chira a Soria y, en una segunda fase, la de Cueva Las Niñas a Soria. Estos proyectos no sólo multiplicará el peso de la energía limpia en el consumo eléctrico insular, sino que permitirá aprovechar mejor la energía eólica (que se estima en una pérdida de un 30% menos de sus posibilidades de producción) y aportará más seguridad en el suministro.

Pero nada de esto será posible sin la conciencia y el compromiso de los agentes sociales, de todas y todos.

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