Hoy es el Día Internacional de los Museos, y por ello me gustaría compartir con todas y todos algunas reflexiones alrededor de la función que cumplen dichos centros en la sociedad. ¿Acaso no son los museos parte de lo que somos? ¿Cómo puede la visita al museo ser una experiencia enriquecedora, que motive la curiosidad y la imaginación, genere diálogos y promueva el descubrimiento? ¿Cómo logramos que su estancia en el mismo por espacio de unas horas sea una experiencia emotiva y personal orientada a revivir unos contextos que hagan sentir al visitante más cercano no sólo a los objetos sino a la realidad de la que hablan estos? El museo está llamado a ser un espacio de construcción constante de cultura y conocimiento, y por ello, los centros museísticos de Gran Canaria han realizado en los últimos años un gran esfuerzo por superar los discursos unirideccionales, llegando a convertirse en los museos abiertos que son hoy en los que el visitante está invitado a construir su propio proceso de conocimiento en cada proyecto de exposición, y lo que es más, también es invitado a compartir su experiencia.
¿Acaso no son los museos parte de lo que somos? En ellos se ha venido configurando la existencia y la sustancia histórica que ha rodeado el devenir de las generaciones que nos han precedido. De alguna manera, los museos ofrecen distintas representaciones de la memoria colectiva especulando con esos valiosos objetos que custodian celosamente, que muchas veces dicen y nos explican en silencio el signo y la identidad de los tiempos.
Quizás por ello, sean muchos especialistas y entendidos los que advierten que para que el museo tenga sentido es necesario redefinir nuestra noción de memoria, que debe ser, más que el registro estricto del pasado y los vínculos jerárquicos que representa, un valor hacia el porvenir que permite hacer visible lo que la sociedad oculta y excluye.
El museo está llamado a ser un espacio de construcción constante de cultura y conocimiento, y por ello, los centros museísticos de Gran Canaria han realizado en los últimos años un gran esfuerzo por superar los discursos unirideccionales, llegando a convertirse en los museos abiertos que son hoy en los que el visitante está invitado a construir su propio proceso de conocimiento en cada proyecto de exposición, y lo que es más, también es invitado a compartir su experiencia.
¿Cómo puede la visita al museo ser una experiencia enriquecedora, que motive la curiosidad y la imaginación, genere diálogos y promueva el descubrimiento? ¿Cómo logramos que su estancia en el mismo por espacio de unas horas sea una experiencia emotiva y personal orientada a revivir unos contextos que hagan sentir al visitante más cercano no sólo a los objetos sino a la realidad de la que hablan estos?
A esos objetos que forman parte de la historia, de nuestra historia, dedica este año el Consejo Internacional de los Museos (ICOM) el Día Internacional de los Museos. El lema: Museos y memoria: los objetos cuentan tu historia. Como avanza el citado organismo, estos objetos reflejan expresiones de nuestro patrimonio natural y cultural. Muchos de ellos son frágiles, se encuentran en situación precaria, y necesitan ser conservados cuidadosamente. Este Día Internacional de los Museos se propone permitir a los visitantes descubrir y redescubrir su memoria individual y colectiva.
A mi modesto entender, el acento en el objeto nunca debe hacer perder de vista al sujeto en los museos. Atesorar el pasado no debe estar reñido con fórmulas que propugnen ricas y sugerentes experiencias vitales para el visitante o usuario, con la idea de concebir este espacio de todos también como fuente interdisciplinar de conocimiento, investigación, educación y disfrute.
La red de museos del Cabildo grancanario ha mantenido viva la historia de algunos de nuestros más ilustres e insignes protagonistas: Pérez Galdós, Tomás Morales, León y Castillo o Antonio Padrón, sin olvidarnos del papel trascendental en el contexto del estudio y proyección del devenir de las relaciones entre Canarias y América que ha propiciado ejemplarmente la Casa de Colón. El Cabildo entra en una nueva dimensión de la gestión de sus centros museísticos con el recién creado Organismo Autónomo de Museos, un ente que otorgará autonomía y agilizará sin duda alguna la maquinaria administrativa corporativa que opera diariamente para que todos ellos desarrollen su inestimable labor al conjunto de la ciudadanía.
Los nuevos planes de ampliación y reforma que han experimentado ya algunos de ellos, la progresiva modernización que se ha implantado en sus líneas de relación directa con los usuarios a través de las redes sociales, el cumplimiento de la accesibilidad o el uso de las nuevas tecnologías para difundir el legado artístico-cultural que custodian, son también ejemplos de ese un nuevo modelo inspirado en una Isla emergente, capaz de ofrecer respuestas dinámicas ante los retos que plantea la nueva dimensión que está cobrando la demanda social alrededor de la museología.
Queda por hacer mucho todavía. Como digo siempre, los retos están ahí, las oportunidades también. Y también para los museos de la Isla. Hay que seguir trabajando en planes más ambiciosos e innovadores, coordinar el compromiso de las instituciones públicas y privadas con el desarrollo de los museos, y articular el grado de cooperación con todos los colectivos ciudadanos que quieran implicarse en el progreso cultural y social de Gran Canaria, ingredientes que están en nuestras manos.